lunes, 27 de mayo de 2013

Me he quedado sin tiempo. Vuelve mañana y te beso-, me dices.




 


Esta mañana tengo las manos frías. Aún está de estreno la semana y yo me siento ya a finales. Debe ser que no estoy acostumbrada a abrigarme demasiado. Soy más de equivocarme que de saber, más de palabras que de silencios y mucho menos de otros que de mi. Viajo siempre con la cabeza en la ventana, por si alguna ráfaga de aire puede despertarme, no me gusta la falta de pasión ni los excesos de drama. No uso cepillo para el pelo, me olvido de limpiar los zapatos y odio planchar. Podría alimentarme de nueces, de uvas, de macarrones y de chocolate. Bebo cerveza pero no mucho y algún café. Me gusta el vino, el rojo y la vida. También el amor. Fui libre en otra época, cuando el reloj sólo adornaba y el calendario era para las estaciones. Pensaba poco y hacía mucho. Ahora sólo pienso y casi no hago nada. Si algo ha cambiado es eso, ahora todo tiene una causa, una consecuencia y una realidad. Y yo las busco pero casi nunca las encuentro. Porque quizá no hace falta encontrar nada, porque son ellas las que vienen a buscar a uno.

Quítame un calcetín, y otro. Sácame el pantalón y rózame con tus dedos. Pasa tus manos por mi vientre o por mi espalda. Y déjame que me beba a ratos tu boca. Y tu saliva.
Que pueda llevarme tu olor hasta mañana, para calentarme con él mis manos frías.






jueves, 23 de mayo de 2013

Nos matan



No hay derecho a tener que soportar cómo nos asesinan.
Cómo agotan nuestras vidas un día tras otro, cómo nos cargan de insultos y de golpes.

No hay derecho a tener que soportar los restos de saliva goteando en nuestra frente. 
Nuestros hijos, alimentados en nuestros vientres, huérfanos, solos.
Y sus madres muertas.



Lo que queda del naufragio, de las contusiones, de los gritos.
Cómo nos humillan mientras mantienen nuestras muñecas silenciadas con grilletes.
Un día. Y otro más.

Con sus repugnantes y patéticos cerebros de asesinos esparcidos por la habitación.

Mientras, ellas, nosotras, muertas.

Gritos en la noche. Luego, el silencio.

viernes, 17 de mayo de 2013

Ceniza










Echo el humo sobre
tu fotografía

un poco de alcohol
sobre tus pantalones,
en tus calzoncillos,
sobre
tu lado de la cama

Prendo una cerilla
justo al borde de tu boca

a ver si te conviertes en ceniza

y tu recuerdo.

Nota mental: He acabado entendiendo por qué la primavera no necesita poemas.Y por qué yo sí te necesito a ti.

lunes, 13 de mayo de 2013

Desaprender



Desaprender tiene mucho de olvido y mucho más de presente. Tiene que ver con casas que se airean y con mapas que se olvidan. Desaprender es regresar para cambiarlo todo. Y que alguna cosa se quede en tus bolsillos.

Desaprender es modificar la ruta para llegar al mismo sitio, pero diferente. 
Dejar espacio en los armarios y cambiar de perfume.

Desaprender es aprender a olvidarte.

Tirar cajas llenas de ti.

Y después de dar muchos pasos para andar el mismo camino uno descubre un atajo. Se borran las huellas ya fijas en la tierra y se descubren unos pies nuevos, quizá más ligeros. Quizá los caminos sean siempre los mismos y son nuestros pasos los diferentes.

jueves, 2 de mayo de 2013

Nada


Cuando te pienso se apaga la luz, sólo hay silencio.
Se callan las voces, enmudece el ruido, mueren los colores.
Cuando te imagino, cuando te recuerdo.

No eres nada.
Eres todo en lo que yo te he convertido.
Yo te he dado nombre, peso, contorno. Yo te he dado rostro y luz.

Y tú te has ido.
O nunca has estado.