jueves, 12 de abril de 2012

De pensar, destruir y luchar

Hoy es de esas mañanas que invitan a quedarse en la cama. Y quien dice en la cama dice en el sofá, en el suelo o en el banco de un parque. Sentarse a pensar, abrir un cuaderno y anotar todas las cosas que te gustaría hacer y no haces, los impedimentos reales y los ficticios. Hoy es uno de esos días en los que abrir un cuaderno es más sencillo que abrir un periódico. Al menos el vértigo del papel vacío es menos dañino que las noticias asesinas que acechan detrás de cada esquina. No se trata sólo de la crisis, la prima, los recortes, los despidos, el derrumbe del bienestar...se trata de la esperanza, de la ilusión, de las ganas.

Qué complicado es mantener el buen humor cuando te cuentan que no hay salvación. Que la salida está sellada y que apenas nos quedan unas horas de oxígeno.

Dónde ha quedado le energía y dónde las ideas. Dónde se han escondido. Quién las ha asesinado.

Nota mental: eso están haciendo con nosotros. Matando nuestras ganas y nuestra esperanzas. Obligándonos a morder la tierra hasta que no nos queden fuerzas para luchar.

Nos intentan destruir  para poder salvarnos después. Pero no podrán. Son pocos y cobardes.

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